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A la hora de ponernos a redactar nuestro CV, y tras poner nuestros datos personales y estudios, empiezan a surgirnos dudas en relación a las distintas posiciones que hemos ocupado: años de permanencia en una empresa, cambios de trabajo, funciones realizadas, etc. La redacción de un CV efectivo no se limita a enumerar datos personales, estudios y las funciones desempeñadas en cada trabajo. La verdadera clave para diferenciarse de otros candidatos radica en destacar nuestros logros profesionales, aquellos que han aportado valor real a las empresas en las que hemos trabajado.
Sin embargo, muchos de nosotros caemos en la trampa de crear un CV basado únicamente en funciones, lo que nos hace parecer intercambiables con cualquier otra persona con una trayectoria similar. Incluir un inventario de logros en el CV no solo resalta nuestras competencias y capacidades, sino que también demuestra cómo hemos contribuido de manera tangible al éxito de nuestros empleadores, aumentando así nuestras posibilidades de recibir una llamada para una entrevista.
Es común que nos surjan dudas a la hora de redactar nuestro CV, especialmente si hemos tenido algún cambio "irregular" en nuestra trayectoria, como un despido o un empleo de corta duración. En estos casos, nos preguntamos si debemos ser totalmente transparentes o si es mejor "maquillar" el documento. Si bien es aceptable ajustar ciertos términos para resaltar nuestras habilidades, como cambiar “colaboración” por “participación” para otorgar más peso a nuestras experiencias, esto no debe implicar falsear la información. Sin embargo, muchos candidatos caen en el error de enfocarse únicamente en enumerar funciones, llegando incluso a usar frases vagas como “las propias del cargo”, lo cual no aporta valor ni distingue su perfil de otros.
A simple vista, un CV puede parecer perfecto: datos personales completos, una foto profesional, una sólida formación académica y una lista detallada de empresas y cargos ocupados, acompañados de un resumen de funciones bien estructurado. Sin embargo, si todas nuestras experiencias se centran en un mismo ámbito, como el marketing, y aunque hayamos tenido alguna promoción, al compararlo con el de otra persona con un perfil similar, el contenido se vuelve prácticamente indistinguible ¡es idéntico o muy parecido! Este enfoque basado únicamente en funciones no aporta un valor diferencial y nos hace pasar desapercibidos frente a otros candidatos.
La clave para destacar en un CV es ser capaz de elaborar una lista de logros profesionales, es decir, aquellos resultados concretos que van más allá de las funciones rutinarias y que han contribuido significativamente al éxito de la empresa. Por ejemplo, aunque en nuestra descripción de puesto no figure el liderazgo de proyectos, si en nuestra práctica diaria demostramos iniciativa y capacidad para asumir responsabilidades adicionales, es probable que nos asignen la dirección de un proyecto. Esto no solo genera valor añadido, sino que también refleja competencias clave que un potencial empleador puede identificar como útiles para su organización. Por lo tanto, un CV que se limite a describir funciones carece de la fuerza necesaria para captar la atención y obtener una entrevista.
Identificar estos logros no es tarea fácil; implica un ejercicio profundo de retrospección para recordar y analizar las contribuciones significativas que hemos hecho en cada puesto. No es algo que se pueda resolver de un día para otro. Requiere tiempo, y a menudo es útil llevar una libreta para anotar estos logros a medida que los recordamos en momentos de reflexión.
Incluir un inventario de logros en el CV es fundamental para diferenciarnos en un mercado laboral competitivo. No se trata solo de mostrar dónde hemos trabajado y qué funciones hemos desempeñado, sino de demostrar cómo nuestras acciones han aportado valor real a las empresas. Este enfoque nos permite destacar nuestras competencias y habilidades, y muestra a los empleadores potenciales que somos capaces de contribuir de manera efectiva a sus objetivos. Aunque identificar estos logros requiere tiempo y esfuerzo, el resultado es un CV mucho más potente y persuasivo, capaz de captar la atención y generar entrevistas. En definitiva, un currículum bien elaborado, centrado en logros tangibles, es la mejor carta de presentación para avanzar en nuestra carrera profesional.
En Recasens&Ros consideramos que este paso es fundamental para perfeccionar el currículum e integrarlo de manera efectiva. Un CV que refleje claramente los logros profesionales, sin duda, tiene más probabilidades de generar el interés de los reclutadores y obtener llamadas para entrevistas. Si necesitas apoyo profesional para impulsar tu carrera, no dudes en contactarnos hoy mismo. Somos expertos en orientación laboral y estamos aquí para ayudarte a alcanzar tus objetivos profesionales.